Desde que en 1949 la Feria del Libro de Frankfurt resurgiese de sus cenizas, su prestigio internacional es cada vez más aplastante. En 1949, acudieron 205 editoriales -la mayoría de ellas alemanas-, visitaron la Feria 13.456 personas y se presentaron 8.400 títulos. Hoy las cifras dan pavor. El espacio expositor está cubierto por 100.000 metros cuadrados de moqueta, acuden unos 6.600 expositores que representan a 110 países; en total, la visitan más de 300.000 personas. En los días de la Feria se presentan más de 350.000 libros y otros productos editoriales. En 2006, el número de eventos que generó la Feria fue de 2.500.
La Feria de Frankfurt sigue siendo el escaparate por excelente de la industria editorial. Aunque las grandes potencias editoriales tienen un papel preponderante, en los últimos años ha aumentado el interés por las literaturas del Tercer Mundo y por la de los antiguos países comunistas. Esta macroferia tiene una importantísima dimensión profesional, cultural y mediática, aunque por encima de todo está el dinero que se mueve durante esos días de compra-venta al por mayor de derechos sobre libros que pueden ser bombazos internacionales.
Para los profesionales del sector se trata de una cita ineludible, el lugar -como dice Jorge Herralde, director de la editorial Anagrama- donde “hay que estar para ver y ser visto”. Editores, agentes literarios, distribuidores, libreros, documentalistas y escritores visitan la Feria para tomar nota de las últimas novedades y de los asuntos que más preocupan al sector. Los condicionantes culturales y económicos de la concentración editorial y las posibilidades del libro electrónico son ya temas que se han convertido en habituales tópicos de la Feria. Alrededor se monta también un impresionante circo mediático, con escritores de renombre y autores de best-sellers.
Subastas, presentaciones, mesas redondas, ruedas de prensa, conferencias… pueden acabar aplastando la buena voluntad de los que visitan la Feria, que son incapaces de abarcar tanta información. Sergio Vila-Sanjuán (Barcelona, 1957), coordinador del suplemento “Cultura/s” del periódico La Vanguardia, plantea este volumen como una pequeña guía para entender mejor qué pasa en la Feria: “Mi pretensión con este libro es brindar al lector curioso un breve repaso de las principales singularidades de la feria, de su historia y su ambiente, de sus programas, de sus polémicas; también del peso que los visitantes catalanes han tenido en ella”. La última parte del libro está dedicada a la presencia oficial de Cataluña en la Feria de 2007.