Discípulo de Husserl y Heidegger, Jan Patočka (1907-1977) no solo es el filósofo checo más importante desde la Modernidad sino un auténtico Sócrates del siglo XX, que antepuso el compromiso con la verdad a su propia supervivencia. Prácticamente toda su vida académica se desarrolló fuera de los muros de la universidad porque fue expulsado de ella en tres ocasiones: con la invasión alemana de Checoslovaquia en 1939, con la llegada del comunismo al poder tras la II Guerra Mundial, y con la invasión soviética de 1968. Detenido en 1977 por exigir al gobierno la devolución de las libertades políticas al pueblo checo, murió tras un brutal interrogatorio de la policía, dando así testimonio de que hay causas por las que vale la pena sufrir, y aun da…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.