Enric F. Gel siempre ha sido un corazón inquieto: como adolescente, se hacía preguntas existenciales –¿quién soy? ¿qué hago aquí? ¿soy realmente libre?…– y le apasionaba escribir; como filósofo youtuber, ha encontrado un nicho libre en las redes sociales y se ha propuesto “democratizar” el saber. A los más de 500.000 seguidores de su canal (Adictos a la Filosofía) y a millones de visualizaciones de alguno de sus vídeos me remito.
De joven, gracias al buen hacer de uno de sus profesores de bachillerato –el filósofo Martí Curiel, “que me sacó de la caverna”–, Gel se enamoró de la asignatura que le impartía. No obstante, la mayoría de las voces de su entorno le decían que aquello no le iba a dar de comer y se decantó por las ciencias –“me iban muy bien las matemáticas, aunque me aburrían”– y, finalmente, por la Bioquímica. Pero otra voz, más insistente, le decía que no iba por el buen camino, así que, días antes de empezar la carrera, dio un viraje y se matriculó en la que realmente le hacía feliz: Filosofía.
Desde entonces han pasado ya más de diez años y este autor tiene clara su misión: como filósofo, dice, “no puedo quedarme en mi torre de marfil”. De ahí su libro ¿Hay filosofía en tu nevera?: un manual que repasa, temáticamente, los conceptos clave del pensamiento filosófico a lo largo de la historia: sobre el escepticismo, el principio de no contradicción, la causalidad, etc. Así, partiendo del sentido común –“una especie de conocimiento prefilosófico, anterior a la reflexión filosófica, en el cual profundizar”, afirma–, el autor de esta obra, un poco al modo aquinate de desmenuzar cada tema, va dando razón de los pros y los contras que han planteado distintos autores, para llegar a las conclusiones que quiere alcanzar.
Si uno no piensa, le apiensan, me decía un conocido. Es lo que quiere evitar Gel con su obra. “La única alternativa a hacer filosofía de modo propio –asegura– es estar viviendo según la filosofía de otros; según lo que haya conseguido ponerse de moda en el lugar y momento histórico que te ha tocado vivir”. En este sentido, ayuda mucho cómo está escrito su libro: originalmente ameno y profundo a la vez, con un toque de humor surrealista que puede provocar más de una sonrisa. Eso no significa que sea de lectura simple. A veces, a pesar de que se trate de una obra divulgativa, los temas que toca son muy complicados y uno tiene que leerlo y releerlo más de una vez. Pero es lógico teniendo en cuenta cómo define Enric la actividad filosófica: “pensar sobre algo… pero muy fuerte”. Y eso no es nada sencillo.
¿Hay filosofía en tu nevera? es, en definitiva, un libro muy pedagógico –con unos didácticos esquemas resumen y una buena bibliografía al final de cada capítulo–, ideal para contagiar el gusto por la Filosofía a los más jóvenes. Acompañados, eso sí, de un buen profesor.
Jaume Figa Vaello
@jaumefv