Relato colegial, con aires de thriller psicológico, como La guerra del chocolate de Robert Cormier, pero que no tiene ni su categoría literaria ni su intensidad emocional.
Elliot, de 14 años, está en una situación familiar difícil y ha sufrido abusos y burlas en los colegios por los que ha pasado. Al llegar a una nueva escuela toda su obsesión es pasar inadvertido. Luego, ante su sorpresa, es elegido para entrar en una especie de sociedad secreta, “Los Guardianes”, que atemoriza a todos los chicos del colegio.
Se presentan bien el mundo interior confuso y la inseguridad de Elliot; sus dificultades familiares y los esfuerzos de su madre por ayudarle. Pero el comienzo es muy efectista; a veces se usan expresiones desproporcionadas, más propias de una novela de acción; el recurso a 1984 de Orwell para explicar las tácticas de control de “Los Guardianes” está sobrecargado.