Ariel. Barcelona (2002). 313 págs. 15 €.
A lo largo de la segunda mitad del siglo XX se ha repetido, con intenciones contrapuestas, que las ideologías estaban en decadencia. En esa situación, defender la pervivencia y fecundidad de una ideología plantea la pregunta ineludible sobre su contenido. Si algún polo ideológico se resiste a ser confundido con su contrario, es el de la izquierda. Sin embargo, su papel en el debate público se ha vuelto equívoco; aunque el tirón electoral de esta palabra siga siendo notable, el discurso de izquierdas en las sociedades europeas no deja de ser fuente de confusión, cuando se consagra a conservar los beneficios de un Estado del Bienestar, fruto de sus mejores esfuerzos en el pasado.
Héctor Ghiretti -argentino que actualmente realiza tareas de investigación en la Universidad de Navarra- afronta el reto de perfilar el concepto de izquierda. Y lo hace del único modo razonable: se entromete en el diálogo de los intelectuales de izquierdas, entre sí, y con representantes de otras orientaciones; critica los argumentos; destila los puntos comunes y destaca las diferencias. Realiza una amplia selección de autores, que cubre la práctica totalidad del siglo XX: desde los revolucionarios Lenin y Stalin, a Jürgen Habermas y Richard Rorty; pasando por Raymond Aron, Norberto Bobbio, Enrique Tierno Galván, Leszek Kolakowski o Robert Spaemann. Puede advertirse que las líneas ideológicas y los orígenes nacionales de los autores estudiados son suficientemente variados.
Se pulsa en el libro la tensión propia de la discusión, la voluntad de diálogo y el contraste de ideas; un debate en el que Ghiretti va dejando entrever sus propias conclusiones. El estilo académico no oculta el apasionado em-peño del autor por clarificar el confuso mapa intelectual de la izquierda. Ghiretti no se incluye en la izquierda pero asiste al debate y expone sus ideas desde dentro de esa tradición.
Un libro sobre la izquierda corre el riesgo de convertirse en una memoria de remordimientos y frustraciones; un ejercicio intelectual demasiado impregnado de ilusiones. El lector encuentra algo más: un recorrido por la filosofía política occidental del siglo pasado, de manos de algunas de sus principales figuras. Es de desear que este tipo de trabajos de esclarecimiento teórico disparen una vez más la discusión sobre lo político. Entre otras cosas, para entender qué nos están queriendo decir los propios políticos.
Ricardo Calleja Rovira