Tusquets. Barcelona (2005). 238 págs. 16 €. Traducción: Dolors Udina.
Mary Kaldor es profesora de Global Governance en la London School of Economics. Su trayectoria académica y su experiencia personal en el seguimiento de los conflictos internacionales contemporáneos, le han llevado a un enfoque original y sugerente de las relaciones políticas en el siglo XXI. Buen ejemplo es su estudio sobre «Las nuevas guerras» (ver servicio 174/01), y ahora este análisis sobre las transformaciones del concepto de sociedad civil y su carácter global.
¿Qué es la sociedad civil? El estudio de Kaldor no se centra en responder a la pregunta teórica: la respuesta ha variado conforme a las circunstancias históricas. Sí ofrece algunos caracteres definitorios (la asociación voluntaria, la no-violencia, la reivindicación de valores universales de emancipación, la auto-organización…).
Pero sobre todo aborda -con abundancia de documentación- la historia de cómo ha resurgido el concepto, a partir de la «revolución de 1989».
Relata la evolución que han sufrido los grupos y redes a lo largo de los años noventa (su «oenegeización» y «amansamiento»); y la tipología de movimientos, ONGs y redes que forman la sociedad civil global.
Por último, como tema central de todo el libro, realiza un interesante análisis del papel de la sociedad civil como vehículo para evitar la guerra y promover los derechos humanos. Con especial hondura, Kaldor relata los debates sobre la defensa de los derechos humanos tras el telón de acero. Los movimientos de Europa del Este no buscaban acceder al poder, sino transformarlo, y abrir nuevos cauces para la libertad individual y la participación democrática.
Un peligro del libro es la variedad de frentes que abre, y que no puede atender en todos los casos con idéntica solvencia: la crisis del Estado moderno y del derecho internacional clásico; la reforma de la democracia y la apertura de cauces para la participación ciudadana; el papel de los movimientos pacifistas en los cambios en Europa del Este, frente al relato oficial Reagan-Solidaridad; etc. Su virtud es poner en contacto todas estas materias, aportando abundante material.
Las reflexiones van orientadas, como indica el subtítulo, al papel de la sociedad civil ante los conflictos armados. Kaldor subraya la necesidad de contar con los Estados como garantes de la paz y el orden social. El peligro de la anarquía es mortal para la sociedad civil. No propugna un Estado mundial (que cree inviable), ni se aferra a la versión clásica de la soberanía; defiende un Estado multilateral, que forme parte de los debates y negociaciones propios de la sociedad civil global. Para ello debe admitir las limitaciones que impone la nueva ley humanitaria, y estar dispuesto a sacrificar vidas propias en las acciones de injerencia humanitaria. Esto refuerza la legitimidad de los Estados, a cambio de acotar el ejercicio arbitrario poder.
La lectura del libro, con los defectos señalados, es una buena aproximación a algunos aspectos de los cambios políticos y sociales del nuevo siglo, especialmente en el ámbito de las relaciones internacionales y de las nuevas modalidades de gobierno y participación englobadas bajo el feo neologismo de gobernanza.
Ricardo Calleja Rovira