Palabra. Madrid (2000). 384 págs. 2.000 ptas.
Tomás Alfaro Drake, ingeniero industrial y profesor de Ciencias Empresariales, abordó ya antes la divulgación científica en un libro muy acertado, El Señor del azar (cfr. servicio 107/97). En esta novela vuelve a confirmar su habilidad en este campo.
La acción se desarrolla a mediados del siglo XXI. Mientras el protagonista se está vistiendo antes de ir a recoger el Premio Nobel que le han concedido, recuerda su afición por los temas científicos que le inculcó su padre. En forma de conversaciones con sus hijos, el padre va explicando cómo nacieron y se desarrollaron las distintas teorías astronómicas, intercalando en su narración la vida de los grandes astrónomos -desde Aristóteles hasta Newton, pasando por Kepler y Galileo-, con sus descubrimientos y discusiones.
A pesar de que el tema podría resultar árido para quien no guste de la astronomía, el libro es bastante entretenido incluso para los que no estén familiarizados con esta materia. Con una redacción muy fluida y clara, su planteamiento es particularmente feliz en la idea que subyace en el mismo: la armonía universal de la creación. El lector puede encontrarse con muchas sorpresas, como la relación entre la órbita de los planetas y la escala musical.
También es muy interesante la manera de abordar algunos momentos históricos conflictivos, como el caso Galileo, tan dado a peregrinas explicaciones y que el autor expone de una manera coherente y ordenada, con un certero apoyo histórico.
El libro es recomendable para todo tipo de lectores, pero será especialmente apasionante para quienes tengan curiosidad por la historia de la astronomía.
José Poveda