Géneros híbridos o difuminación de sus fronteras, fusiones entre ensayo y literatura, postpoesías, misceláneas, postmodernidad… cada autor puede escribir según prefiera: conforme a unas características conocidas y esperadas o saltándoselas a su arbitrio. Así hace Ugrešiċ, escritora croata exiliada -etiqueta que ella rechaza, pero que nos orienta- dotada de una gran libertad intelectual.
Dubravka Ugrešiċ reúne una miscelánea de carácter periodístico en la que vierte su particular retrato crítico de la sociedad occidental actual -europea, báltica, norteamericana-. En estos casos el lector agradece que el autor se salga de lo políticamente correcto, que se atreva a decir algo a contracorriente, que no siga las modas imperantes que uniforman a los supuestos escritores críticos. Y esta escritora -galardonada con numerosos premios internacionales- lo hace con la desenvoltura y la claridad de quien no tiene pelos en la lengua y sí bastante lucidez y capacidad crítica. De este modo hace un retrato personal -entre otros- de la Europa actual con sus etiquetas identitarias, el cambio radical del panorama de las ciudades, de la literatura y de la cultura con la llegada de inmigrantes de todas las nacionalidades.
Sus artículos recorren la mayor parte de las ciudades europeas, de los países bálticos y ciudades norteamericanas, con sus habitantes, costumbres y modos de vida. Ofrecen todos ellos una visión directa y real, sin estereotipos, llena de sentido del humor y de gran belleza literaria.
Aun los relatos que tienen un carácter más anecdótico establecen opiniones consistentes y visiones atinadas.