El autor, de orígenes eslavo y francés, se dedica profesionalmente a impartir cursos sobre liderazgo y excelencia, sobre todo en los países bálticos. Vive en Moscú.
El libro resalta la importancia decisiva de la forja del carácter para el ejercicio de liderazgo. Sus argumentos están acompañados de ejemplos tomados de la historia mundial reciente. El liderazgo, afirma, se basa en el carácter, no es una técnica y tampoco una estrategia, sino un estilo adquirido mediante la práctica de las virtudes.
Dianine-Havard coincide con otros autores en asentar las cualidades del liderazgo en las cuatro virtudes cardinales, a las que añade la humildad y la magnanimidad. De cada una de esas virtudes se derivan consecuencias prácticas, como pedir consejo,…
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