Con más de 1.400 millones de habitantes, China tiene un problema. ¿Demasiada población? No: una tasa de fecundidad extremadamente baja, de 1,3 hijos por mujer en edad fértil, según el censo de 2020. La flecha indica una caída: el pasado año nacieron 12 millones de niños, un 18% menos que en 2019. Por ello, el gobierno ha tomado la decisión inédita de dar ayudas a las familias con hijos.
El gigante asiático ya está en la misma sintonía que otros en su vecindario, como Japón (1,4 hijos por mujer) o Corea del Sur (0,9), pero a diferencia de estos tiene un riesgo: el de envejecer antes de volverse rico. Una población más envejecida implica menos brazos y mentes en función de crear riqueza, al tiempo que más pensionistas. Las previsiones hablan …
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.