La Comisión Europea se propone escuchar a los ciudadanos y formular propuestas para remediar el declive poblacional y la consecuente desafección por el sistema.
La Santa Sede no asistió a la reunión porque los organizadores decidieron poner el mayor énfasis de los debates en el aborto, y no en las metas de desarrollo fijadas en El Cairo en 1994.
En España hay más muertes que nacimientos, la maternidad se retrasa y uno de cada cinco embarazos termina en aborto. Sin embargo, las parejas querrían tener más hijos.
Tras un prolongado declive demográfico, la Europa centro-oriental empieza a experimentar un remonte de la fecundidad y a atraer inmigrantes, mientras los países occidentales pierden vigor.
La reforma de las pensiones, exigida por los graves problemas demográficos, concita el mayor movimiento de oposición a que ha tenido que enfrentarse Putin.
Ante la perspectiva de una pérdida de población por la baja natalidad, el país asiático, tan étnicamente homogéneo, comienza a ver a los inmigrantes como parte de la solución.
En los años 60, las previsiones catastrofistas sobre el exceso de población crecían de un modo incontrolado. Cincuenta años después, la población mundial ha seguido creciendo y está mucho mejor que entonces.