Algunos autores vienen diciendo en los últimos tiempos que China se enfrenta a un progresivo descenso en la producción de cereales, déficit que deberá cubrir con importaciones masivas que elevarán notablemente el precio de los cereales. Esta amenaza hipotética parece alejarse al menos un año más. China acaba de anunciar que su cosecha de verano de cereales es superior a la del verano pasado y la segunda más grande que registran las estadísticas.
La cosecha de verano de este año asciende a 106,5 millones de toneladas, lo que supone un aumento de 2,25 millones de toneladas respecto a la del verano pasado, a pesar de los problemas causados por la sequía y las inundaciones en distintas partes del país.
Como la cosecha de verano suele representar la quinta parte de la cosecha anual, aún es pronto para saber si habrá un aumento en la producción total de cereales. Pero las cifras del verano ofrecen buenas perspectivas de que se cumpla el objetivo de 450 millones de toneladas de cereales, fijado para 1995.
Entre los que han lanzado la voz de alarma sobre el déficit de cereales en China se encuentra Lester Brown, director del Worldwatch Institute. En el informe del Instituto sobre «La situación del mundo en 1995», destaca como factores que podrían provocar el déficit la constante reducción de tierras de cultivo, la mayor demanda por el aumento de la población y la mejora de la dieta, y la desviación de aguas de regadío hacia usos no agrícolas. «El déficit de cereales resultante -dice Brown- es enorme». Para alimentarse, China tendrá que recurrir al mercado exterior, lo que «dará lugar a una competencia feroz por una oferta exportable limitada».