Últimamente se ha difundido la expresión “uberización de la economía”, que para muchos significa trabajo precario, inestable y sin protección social. Sin embargo, a medida que las plataformas como Uber se consolidan, se profesionalizan y se aproximan a las empresas tradicionales.
La economía colaborativa ha marcado el consumo de los últimos años, especialmente en los sectores turístico y de transporte. Blablacar tiene seis millones de usuarios, de los que 2,5 millones son españoles. Uber opera en más de 80 ciudades. La comunidad de Airbnb se extiende por 191 países y, solo en 2015, ha alojado a 50 millones de huéspedes. Y, sin ir muy lejos, la aplicación del mercado de objetos usados Wallapop superó hace tiempo los 10 millones de descargas…
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