Cuando se habla del problema de las pensiones en países con una población envejecida, normalmente se piensa en países ricos, con alta esperanza de vida e insuficiente natalidad. Pero la situación puede ser más crítica en países que están envejeciendo antes de ser ricos, que tienen cada vez más jubilados, y cuyo gasto en pensiones se come ya una parte del presupuesto nacional superior a la dedicada a educación y sanidad.
El caso típico es Brasil, donde la inevitable reforma de las pensiones ha vuelto a encallar en medio de las aguas turbulentas de la inestabilidad política.
Jubilarse a los 55
Expertos de todo el arco político en Brasil reconocen que el sistema de pensiones es tan generoso como insostenible. Un brasileño puede retirarse despu…
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