Cuando se trata de grandes compañías multinacionales lo habitual es pensar en las de EE.UU., Europa y Japón. Pero cada vez más empresas de economías emergentes están alcanzando una talla internacional y desarrollan una actividad mundial. Son empresas de China, India, Brasil y otros países, que aspiran a ser líderes mundiales en su sector.
Boston Consulting Group (BCG) acaba de publicar por segundo año la lista de las “100 new global challengers”, seleccionadas de 14 economías emergentes en rápido crecimiento (Argentina, Brasil, China, Chile, Egipto, Hungría, India, Indonesia, Malasia, México, Polonia, Rusia, Tailandia y Turquía). El primer criterio de selección era que la cifra de negocios de las empresas fuera superior a 1.000 millones de dólares. Después se juzgaba el grado de internacionalización de la empresa en función de varios criterios, entre ellos sus inversiones internacionales en los últimos cinco años y el número de fábricas o de centros de investigación en el extranjero, así como su red de distribución.
De las 100 compañías de la lista, 41 son de China, 20 de la India, 13 de Brasil, 7 de México, 6 de Rusia y el resto de otros nueve países. La cifra de negocios global de estos “100 aspirantes” llegó a 1.200 millardos de dólares en 2006, y su rentabilidad operativa media fue un 17%, tres puntos por encima de las 500 empresas del índice Standard & Poor’s.
Sus sectores de actividad abarcan un amplio espectro. Por ejemplo, 34 empresas producen manufacturas industriales, 17 extraen materias primas, 14 se dedican a bienes de consumo duradero, 14 a cosmética y agroalimentario, y 21 a otros sectores (telecomunicaciones, construcción naval, servicios informáticos…). Aunque en realidad, algunas compañías son conglomerados que actúan en diversos sectores.
En cualquier caso, ya no se trata de empresas cuya única ventaja comparativa sea el bajo coste de la mano de obra de sus países. Y aunque sus inversiones en I+D son todavía pequeñas, hay que tener en cuenta que solo 48 de las sociedades examinadas han revelado su presupuesto de investigación.
Estas 100 multinacionales están haciendo cada vez más adquisiciones en el extranjero, tanto en los países desarrollados como en las economías emergentes. Y no solo para obtener economías de escala, sino también para adquirir tecnologías o marcas, y experimentar con nuevos modelos de negocio. En otros casos, el imperativo es la necesidad de asegurar a largo plazo el acceso a fuentes de materias primas.
Los autores del informe concluyen que los dirigentes de las empresas bien establecidas de los países desarrollados “deberían preocuparse y movilizarse, pues la amenaza va a ir a más. En los próximos años, centenares de empresas, salidas de los países emergentes, van a tener los mismos logros que estas 100 de hoy”.
El estudio de BCG pone de manifiesto también que la globalización de la economía no beneficia solo a los países tradicionalmente ricos. Más bien está abriendo nuevas oportunidades para que empresas de las economías emergentes alcancen un papel protagonista en la economía mundial.