Cada vez son más las empresas que sitúan la felicidad de sus empleados entre sus prioridades. Los días de desarrollo personal, el abono a un gimnasio o los cursos de yoga y mindfulness son algunas de las iniciativas encaminadas a lograr trabajadores felices e identificados con su empresa. No obstante, detrás de este aparente altruismo puede esconderse el interés por convertir la felicidad del empleado en un recurso útil al servicio de la empresa.
Un trabajador poco identificado con su empresa es poco productivo. Este es el razonamiento que hacen muchas empresas, y no les faltan motivos de inquietud: según un estudio publicado por Gallup, solo un 30% de los empleados norteamericanos se sienten “comprometidos” (engaged) con su empresa. Entre …
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