Cuando nos planteamos los problemas de armonización fiscal solemos centrarnos en zonas relativamente pequeñas o en algunos países afines por proximidad o por cultura. Sin embargo, las compañías multinacionales le llevan la delantera por varios cuerpos a los funcionarios fiscales de los diferentes países, y consiguen su objetivo, que no es otro que pagar muchos menos impuestos.
Es cierto que ante la propuesta de tipos mínimos del Impuesto de Sociedades formulada por la secretaria del Tesoro norteamericana Janet Yellen y el presidente Joe Biden, varios países han manifestado su conformidad a que las grandes multinacionales paguen más impuestos y tributen en cada país lo que les corresponda. Pero, en muchos casos, es difícil que países distant…
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