En el Ejército nada es más lamentable que las bajas por “fuego amigo”, los disparos procedentes del propio bando. En el Ejército de EE.UU. se está descubriendo que miles de soldados tienen que luchar en dos frentes: contra el enemigo y contra las agresiones sexuales de camaradas. El problema de estas agresiones ha alcanzado tal volumen que el presidente Obama, el Congreso y el Pentágono se declaran muy preocupados y dispuestos a atacarlo con toda energía.
El problema se viene arrastrando desde hace años, y revela que la progresiva incorporación de las mujeres a las fuerzas armadas no ha sido una operación tan pacífica como se creía.
Para calibrar la situación actual, el Pentágono llevó a cabo una encuesta entre 108.000 militares en activo. …
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