El Comité Nacional de Bioética italiano se ha pronunciado a favor de reconocer la objeción de conciencia de los farmacéuticos que no quieren dispensar la “píldora del día después”. Al mismo tiempo pide a la autoridad competente que prevea un sistema para que la mujer que la solicite pueda obtenerla. Se respetará así tanto la decisión del farmacéutico como la de la mujer.
El Comité ha reconocido que la objeción de conciencia “tiene un fundamento constitucional en el derecho general a la libertad religiosa y a la libertad de conciencia”. Y ha añadido que la actuación de este principio debe ser realizada respetando a la vez el derecho del ciudadano a “recibir la asistencia sanitaria reconocida por la ley”.
El dictamen del Comité responde a una cuestión planteada por la diputada Luisa Capitanio Santolini, respecto a la objeción de conciencia a un producto como la píldora del día después, para la cual “no se excluye la posibilidad de un mecanismo de acción que lleve a la eliminación del embrión humano”.
La mayoría del Comité ha estimado que “se puede reconocer al farmacéutico un papel similar al de los agentes sanitarios y, por tanto, en analogía a lo que sucede con otras figuras profesionales, se le debe reconocer el derecho a la objeción”.