Las mujeres han ido conquistando derechos de forma progresiva a lo largo de la historia. El derecho al voto, a tener y manejar los propios bienes, a poder incorporarse al mundo profesional. Pero hay una desigualdad que sigue persistiendo, por mucho que se intenten poner parches. Una brecha entre hombres y mujeres que se abre en el mercado laboral por un acontecimiento vital específico: el nacimiento de un hijo.
Una de las peores decisiones que puede tomar una mujer, si la valoración se rige únicamente por su impacto sobre los ingresos, es tener hijos. Por muy drástica que suene esta afirmación, las madres tienen menos probabilidades de ser contratadas para un puesto de trabajo, de ser percibidas como profesionalmente competentes o de cobrar…
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6 Comentarios
Leticia Sánchez de León. Roma, Italia.
Gracias por el artículo Helena. Me parece que arroja luz en muchos puntos pero, me ha sorprendido que no hagas alusión en el artículo a la importancia -científicamente y socialmente probada- de la presencia del padre y la madre en cuanto al cuidado y la educación de los hijos. Entiendo que el artículo trata de maternidad y vida laboral y no de “paternidad” pero pienso que muchos de los problemas de conciliación familia-trabajo se resolverían si se diera a los padres una mayor flexibilidad en el trabajo para que pudieran ayudar a sus mujeres con los hijos, y apoyaran así también su recorrido laboral. Es decir, las medidas no tienen que ir dirigidas sólo a las madres sino a la familia como conjunto (ayudas económicas, flexibilidad en el horario, comprensión de las situaciones, excepciones, etc).
Por otro lado, estoy de acuerdo con lo que dice David Álvarez: no se menciona en el artículo que hay mujeres, como yo, que se sienten más llenas dedicando al trabajo media jornada -aunque ello suponga una renuncia voluntaria temporal a seguir adelante en la profesión- para estar con los hijos por la tarde. Yo vivo en Italia y veo muchas mujeres que querrían reducir sus horas de trabajo a media jornada para poder estar con sus hijos. ¿Por qué se considera que reducir la jornada laboral es un retraso para la sociedad o algo malo para la mujer si es justo una de las medidas que más ayudan a la mujer a “mantener” el equilibrio entre familia y trabajo?
Por otro lado, y aunque esté de acuerdo en un reparto equilibrado -no equitativo- de las tareas del hogar, hecho de menos que se hable en el artículo de lo importante que es para los niños la presencia y acompañamiento de los dos padres, pero los primeros años especialmente de la madre. Creo que no se trata sólo de reparto de tareas sino de que los hijos son un proyecto común y que requiere del esfuerzo equilibrado del padre y la madre. Es, de nuevo, la mentira del 50-50 del que se oye tanto hablar, que no resuelve los problemas de la conciliación y que no lleva a la felicidad.
*echo de menos, perdón
Me pregunto si estos estudios incluyen si es voluntad o no de la madre ese parón profesional en aras de la dedicación materna. Es más, creo que es una pregunta clave, porque conozco a muchas madres que es deseo de ellas dedicarse más a la criatura que seguir progresando profesionalmente al ritmo como si no la tuviera. Unas conoñeras de trabajo criticaban ferozmente a una arquitecta porque decidió dejar la profesión para ser ama de casa porque eso le llenaba más y se lo podía permitir. De cara a los baremos de igualdad, esto es una aberración; pero se conoce que está buena mujer es ahora más feliz, y se le debería respetar. Ojo cuando los estudios no son del todo comprehensivos.