La delegación de la Santa Sede ante las Naciones Unidas ha criticado el borrador de documento de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, que se celebrará en El Cairo en 1994, por considerarlo parcial y, aunque no utilizó este término, marcado ideológicamente.
En un discurso ante la segunda sección de la 48ª Asamblea General de la ONU, Mons. Giuseppe de Andrea, miembro de la delegación de la Santa Sede, presentó varias observaciones críticas sobre el borrador, subrayando que olvida algunas recomendaciones finales aprobadas con amplio consenso en la anterior Conferencia Mundial sobre Población, celebrada en 1984 en México.
Citó, en concreto, la ausencia de la recomendación en la que se afirma que «en ningún caso se favorecerá el aborto como medio de control de natalidad». El representante vaticano recordó también que la misma recomendación invita a los gobiernos a dar «pasos apropiados para evitar que las mujeres acudan al aborto», y que esa firme postura siga siendo mantenida por muchas naciones.
Mons. De Andrea expresó su «sorpresa» por el hecho de que mientras el borrador actual para la Conferencia de El Cairo alienta los métodos contraceptivos, «ni tan siquiera menciona los métodos naturales de control de la fertilidad, que están centrados en la plena y responsable participación del hombre y la mujer en la regulación del número de hijos».
El representante vaticano criticó también las referencias que el texto preparatorio hace a la familia, pues presenta una formulación que se aleja de la que ofrece la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que define la familia como «célula natural y fundamental de la sociedad». Subrayó, por último, la necesidad de que las naciones desarrolladas ofrezcan un mayor apoyo a las que se encuentran en vías de desarrollo, especialmente en lo que se refiere a problemas como la deuda externa y la inmigración.