El 2 de abril, la Asamblea General de la ONU aprobó por gran mayoría (154 votos a favor, 3 en contra, 23 abstenciones) el primer tratado para regular el comercio internacional de armas convencionales. Es un proyecto que se ha gestado durante más de quince años, con el impulso inicial de varias ONG (ver Aceprensa, 14-01-1998).
La principal disposición del tratado consiste en que los países exportadores se comprometen a no vender armas si prevén que serán usadas para infringir derechos humanos. Tendrán que analizar las ventas de ese punto de vista y publicar por qué las autorizan o deniegan.
El tratado carece de verdadero poder coactivo, y en las largas negociaciones algunos puntos han quedado aguados. Pero se espera que contribuya a elevar e…
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