El Partido Demócrata está en un momento crucial. Tras la derrota de Hillary Clinton en las presidenciales de noviembre, toca definir cuál va a ser la estrategia para recuperar la Casa Blanca y las mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado. ¿Optará por convertirse en un movimiento de protestones malhumorados, como se achacó al Tea Party? ¿Se decantará por el populismo económico del ala más a la izquierda del partido? ¿Seguirá en la línea de la política identitaria de Obama?
Hillary Clinton regresa a la escena política con la plataforma Onward Together (Juntos adelante), con la que quiere ayudar a los movimientos de base y a los candidatos demócratas con “valores progresistas”.
El Partido Republicano no se ha tomado muy en serio la …
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.