Varios países han aprobado nuevas figuras jurídicas para empresas que, aun teniendo ánimo de lucro, conciben su negocio como una forma de servicio a la sociedad. Este modelo pone rostro concreto a la idea de un capitalismo responsable.
Hay quien piensa que el capitalismo, tal y como lo conocemos, está herido de muerte. Otros consideran que, para bien o para mal, no hay un modelo alternativo para sustituirlo, y que lo único que puede hacerse es tratar de corregirlo “desde fuera”, fundamentalmente a través de más vigilancia.
Sin embargo, en el mundo de la empresa está cobrando fuerza la idea de que el sistema puede mejorarse desde dentro, gracias a las “empresas de interés público”: no se trata de asociaciones, fundaciones o compañías sin án…
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