Actualizado el 28 de enero de 2014
Una versión de este artículo se publicó en el servicio impreso 12/14
Aclamada en el mundo entero, la oleada de la “primavera árabe” se decantó pronto en un radical intento de reislamización de las instituciones, al ser literalmente “secuestrada” por los movimientos islamistas que hasta entonces habían estado más o menos reprimidos por el sistema de poder establecido.
Pasados tres años, sin embargo, esa “primavera” convertida en una especie de invierno integrista, ha empezado a mostrar sus primeros “brotes verdes”, al menos en Túnez y Egipto.
Egipto ha sido el paradigma de la rebelión contra el islamismo radical, con la expulsión violenta del poder de los Hermanos Musulmanes que han llegado incluso a ser …
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