Aquisgrán. El 16 de julio el partido Alianza 90/Los Verdes presentó el proyecto de programa que sustituirá al de la época fundacional (1980). Como se espera que el nuevo programa tenga validez durante dos décadas, se le ha dado el nombre de «Verde 2020». Ha presidido la comisión elaboradora del proyecto Reinhard Bütikofer, secretario general del partido, quien califica de «centro-izquierda» la orientación política del borrador.
Entre los doce «proyectos clave» en que se articula el programa, se postula el comienzo de la era marcada por la energía solar. Sin embargo, se produce un cambio significativo respecto del anterior programa: no se exige ya el abandono «inmediato» de la energía nuclear; solo se dice que «el futuro del suministro energético será solar y descentralizado». El campo de la genética no «debe abandonarse a la ambición de los científicos y al afán de lucro de las empresas de biotecnología».
Los Verdes se presentan como un partido amante de los niños: «Una sociedad favorable a los niños es una sociedad solidaria», por lo que han de crearse las bases «para que tener hijos no suponga un descenso social». Este aspecto contrasta con el concepto de familia que se refleja en el proyecto, pues se aboga por «el respeto de todas las identidades y modos de vida sexuales y de género», ya que recientemente «han aparecido nuevas comunidades de vida, desde las relaciones homosexuales hasta las diferentes composiciones familiares, y también ha aumentado el número de hogares unipersonales».
Al refuerzo de la participación ciudadana como complemento de la democracia parlamentaria sigue concediéndosele particular importancia.
El mayor cambio con respecto al programa hasta ahora vigente se da en el campo de la seguridad: de la radical protesta contra la OTAN se ha pasado a apoyar que el Bundeswehr (Ejército alemán) actúe en las regiones en crisis. Y se habla expresamente de la intervención en Kosovo, aunque se considere como excepción y no como precedente.
Hasta el congreso que se celebrará en Rostock a finales de noviembre se debatirá el proyecto en el seno del Partido, en siete conferencias regionales y un multitudinario debate en Berlín, pero también con la posibilidad de hacerlo a través de Internet (www.gruene.de). A comienzos de octubre se presentará el proyecto reelaborado, que será la base para la votación en el Congreso.
La discusión ha comenzado ya: en unas declaraciones al Stuttgarter Zeitung, el diputado del Bundestag Hans-Christian Ströbele, del ala izquierda del partido, exige que en el programa se trate la pobreza en Alemania y se mencione «que en Alemania sigue habiendo un inmenso poder de la industria y de los bancos, sin control democrático, lo cual hemos de cambiar».
El nuevo programa de Los Verdes viene a confirmar el proceso de los últimos tiempos, sobre todo desde que forman gobierno con el SPD: los antiguos profetas que auguraban la implosión ecológica del planeta han criado canas. Y con la participación en el poder, Los Verdes se han convertido en un partido más en busca del éxito electoral, en pugna por seguir siendo la tercera formación política, ahora que los liberales (FDP) están acercándose al canciller, en particular en el ámbito de la ingeniería genética, y que en el Este se disputan ese puesto con el PDS (el partido heredero del partido comunista de la RDA).
José M. García Pelegrín