Aunque la gestación por madre sustituta esté prohibida en un país, de hecho está al alcance de quienes tienen dinero para costeársela en otro que la permita. De vuelta a casa, pueden quedarse con los niños así obtenidos por la fuerza de los hechos consumados. Y las agencias intermediarias operan como si no estuvieran infringiendo la ley.
El Parlamento Europeo, que ya pidió la abolición universal de la maternidad subrogada en 2015, volvió a condenarla en una resolución aprobada el pasado 5 de mayo, que en su mayor parte trata de los obstáculos a los “derechos reproductivos”. Teniendo presente la guerra en Ucrania, meca europea de los vientres de alquiler, declaró esta práctica una forma de “trata de seres humanos” que “puede exponer a las mu…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.