El aborto es una de las “guerras culturales” que enfrentan a los dos partidos más importantes de Estados Unidos. Mientras el Republicano tiende a promover restricciones al aborto, el Demócrata se opone a ellas. Pero ante las elecciones de mitad de mandato en 2018, algunos líderes demócratas se preguntan si el apoyo al aborto legal tiene que seguir siendo una seña de identidad de la izquierda y, por tanto, un requisito exigible a todos los candidatos.
¿Qué convierte a un candidato en un demócrata de pura cepa? ¿Basta que priorice la justicia social y se centre en mejorar las condiciones materiales de vida, o se le ha de exigir también la adhesión incondicional a la ortodoxia progresista que trajo la Nueva Izquierda en los años 60 y 70?
La cu…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.