Poco a poco, los analistas van descifrando las causas del malestar que hay detrás del voto de protesta en Estados Unidos y Europa. Aunque los motivos inmediatos pueden variar de un país a otro, en general hay acuerdo en que los factores económicos han tenido un peso destacado, pero también en que no son los únicos. Ahora que la crisis financiera de 2008 va quedando atrás, ganan importancia las explicaciones centradas en los factores culturales e identitarios.
Junto al descontento por el paro, la desigualdad, la corrupción o los recortes, el grito “no nos representan” –incoado en plena crisis por los movimientos de “indignados”– pretendía denunciar también que las personas al mando del país no eran como las demás ni se ocupaban de los proble…
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