Es 13 de noviembre de 2023, y desde horas de la madrugada Indi Gregory ya no vive. Era una bebé inglesa de ocho meses que, para respirar, estaba conectada a una máquina en el Queen’s Medical Centre (QMC), de Nottingham. Padecía una rara enfermedad mitocondrial, y el equipo médico dijo que moriría sin remedio más temprano que tarde, por lo que decidió retirarle el apoyo vital.
No quisieron entrar a valorar una segunda opinión, pese al deseo de los padres, que lograron retardar, recurso tras recurso, el momento de la retirada. El juez les dio la razón a los médicos del QMC. Los progenitores también quisieron que el magistrado escuchara el parecer de cardiólogos, pediatras y expertos en genética médica y trastornos mitocondriales que concordab…
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3 Comentarios
¿Fuente? En otras notas he encontrado que el hospital británico y el tribunal buscaron más opiniones para estas decisiones y que el tratamiento que ofrecían en Roma era experimental y el traslado peligroso. Quisiera saber las fuentes para tener una idea más completa del caso. Hay mucho tabloide hoy en día y quisiera fuentes sólidas.
Estimada Alejandra:
Muchas gracias por escribirnos. Hemos utilizado como fuentes del artículo, entre otras, las actualizaciones de Catholic News Agency y Christian Concern (CC). De la primera, enlazamos en nuestro texto una actualización del 9 de noviembre. Respecto a la segunda (de la que no hicimos enlace), en su parte del 2 de noviembre se cita a Dean Gregory, padre de la bebé, quien, tras la negativa del juez Peel, esa misma mañana, de permitir su traslado a Roma, afirmó:
“The expert medical opinions presented a way of treating Indi which they say is likely to save her life and make her better, yet the Trust has angrily refused to consider it. Mr Justice Peel has simply rubber stamped the Trust’s position”.
Es el padre quien señala que, en efecto, se buscó la opinión de otros expertos sobre las posibilidades de supervivencia de la niña, a pesar de lo cual se mantuvieron tanto la negativa del hospital al traslado como el respaldo del juez a la postura del hospital. Y es lo que recogimos en el texto. En cuanto al carácter experimental del tratamiento (que habría consistido en implantar un stent en el tracto de salida del ventrículo derecho), este ya se emplea en niños con problemas de flujo pulmonar.
Sobre la necesaria evaluación conjunta de riesgos del traslado, CC refiere además, en su parte del 2 de noviembre, que el hospital inglés se negó a cooperar con los especialistas que habrían de llevarlo a cabo, por lo que no quedó asentado y fuera de duda que fuera peligroso.
Para mayor claridad, colocaremos un enlace a CC (que ha seguido muy de cerca el caso) para que los lectores interesados puedan acudir a esta fuente.
Saludos cordiales para Ud.,
Luis Luque.
Muchísimas gracias por la información tan completa y por proporcionarnos los enlaces. Siempre ayuda tener una perspectiva más completa y abierta sin manifestar antes un prejuicio y con esto definitivamente se consigue. Saludos cordiales.