La naturaleza sigue teniendo que ver con la paternidad. En Nueva Jersey (Estados Unidos), un matrimonio decidió tener un hijo por inseminación artificial. Así, mientras que el padre proporcionó el semen, una donante puso el óvulo y una tercera mujer alquiló su útero. La esposa del padre quiso asegurarse el papel de madre después del parto, por lo que ella y su marido hicieron firmar a la donante de óvulos y la arrendadora del útero un documento por el que renunciaban a cualquier derecho a la maternidad.
El problema se produjo al descubrir que la ley de Nueva Jersey establece que el adulto que se declare padre o madre de un niño, debe tener un vínculo “físico” u “orgánico” con él, y si no, tiene que solicitar la adopción. Sin embargo, la muj…
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