Tertulias de radio: ¿crispación o análisis?

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Tertulias de radio
De izda. a dcha.: Rafa Latorre, Ernesto Villar y Aimar Bretos (foto: Universidad Villanueva)

¿Qué haces si en mitad de un programa de radio en directo en Mérida te llega la noticia de que la reina de Inglaterra ha fallecido? ¿Cómo reaccionas si Andrés Trapiello te propone hacer un especial radiofónico sobre refranes con la ciudad de Madrid como escenario?

En el primer caso, sigues adelante y acabas aprovechándote de las maravillas del directo para crear un programa inolvidable. Así lo hizo Aimar Bretos en Hora 25. Los resultados del segundo caso pueden escucharse todos los lunes en Onda Cero, día en el que Andrés Trapiello y Rafa Latorre conversan mientras pasean por el Rastro madrileño.

Por segundo año consecutivo, la Universidad Villanueva ha celebrado el Legado Colmenarejo, un homenaje al periodista Juan Pablo Colmenarejo, que falleció el 23 de febrero de 2022. Colmenarejo fue profesor en la facultad de Comunicación de dicha Universidad y un profesional que se caracterizó por ejercer un periodismo comprometido con la libertad y alejado de la crispación y el insulto. Colmenarejo, además, desarrolló su carrera delante de los micrófonos; dirigió informativos en Onda Cero, el programa La linterna en Cope y el matinal de Onda Madrid.

De ahí la pertinencia de este segundo encuentro que llevó por título “Tertulias de radio: entre muros y puentes” y que protagonizaron los periodistas Aimar Bretos, director de Hora 25 (Cadena SER) y Rafa Latorre, director de La brújula (Onda Cero). Dos periodistas que compiten por la atención de unos oyentes premium –los que buscan a última hora del día un análisis más sosegado de la actualidad–, que pelean por las audiencias, que trabajan en medios de distintas líneas editoriales, pero que se saludaron y despidieron con un gran abrazo y mostraron en todo momento camaradería y respeto, porque el buen periodismo une, sin importar de qué emisora venga. Actuó de moderador Ernesto Villar, periodista y director del grado de periodismo de la Universidad Villanueva.

Para Rafa Latorre, es preocupante la tendencia de periodistas y medios a dividir la política entre “los nuestros” y “los otros”

La conversación entre ambos dejó varias lecciones muy valiosas para los estudiantes que asistieron… y para periodistas ya experimentados.

¿Polarización o sano conflicto democrático?

De polarización iba la cosa, porque según el Barómetro de Confianza Edelman, España está entre los países más polarizados del mundo. Sin embargo, si uno echa un vistazo a los menos polarizados (China, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos), se revela que quizá los datos no cuentan toda la historia. ¿Estamos ante sociedades polarizadas o sociedades que permiten una sana confrontación de ideas en el discurso público?

Rafa Latorre advierte, por tanto, contra la trampa de calificar todo conflicto político como polarización. Latorre señala que es quizá más preocupante la tendencia de periodistas y medios a dividir la política entre “los nuestros” y “los otros” y a perdonarle todo a los primeros y no ceder nada a los segundos.

Por su parte, Aimar Bretos incide en la importancia de que “la polarización no forme parte del modelo de negocio de los medios”. El periodista hace hincapié en mantener, desde la discrepancia, la disposición de debatir e incluso de dejarte seducir por las ideas del otro. Y viene de alguien que reconoce haber sudado moderando la tertulia que la cadena SER retransmitió durante algún tiempo entre Carmen Calvo, Pablo Iglesias y José Manuel García-Margallo.

“Hemos abierto otras miras”, reflexiona Bretos. Que de eso va a hacer periodismo, al fin y al cabo.

Un periodismo que construye

Bretos y Latorre comparten, según dice el primero, una “visión irónica y punzante, pero no destructiva”. Pues “puedes utilizar el micrófono para destruir o para construir”, asegura el presentador de la SER. Por su parte, Latorre señala que “hay que distinguir entre periodista y activista”, y celebra que en la radio no prolifera el segundo tipo.

Aimar Bretos previene contra “los fuegos artificiales informativos”: aquellos temas que se viralizan rápido, pero que se olvidan a la misma velocidad

En ese sentido, los dos coinciden en el privilegio que supone trabajar en la radio, un formato que no ha sido contaminado por las exigencias de las métricas y del infoentertainment y permite hacer un periodismo más reposado, con margen para la improvisación y que prioriza la relevancia de los temas sobre su interés inmediato.

Y es que Bretos previene contra lo que denomina “los fuegos artificiales informativos”. Aquellos temas que se viralizan rápido, pero que se olvidan también a la misma velocidad.

Por eso se muestra escéptico Latorre ante las redes sociales. Sin demonizarlas y reconociendo el importante papel que desempeñan para tener acceso a perfiles que son “una auténtica fuente de conocimiento”, el periodista de Onda Cero advierte de que las redes priman el interés sobre la relevancia.

Y recuerda Latorre que a las redes sociales les conviene el conflicto para su modelo de negocio. Son generadoras de lo que se denomina “ruido informativo”, del que Bretos recomienda no huir, sino aprovechar para contextualizar y rastrear hasta dar con aquellos a los que beneficia.

“En la radio no nos exigen que generemos ruido, sino que generemos espacios de escucha, y eso es un privilegio”, reconoce Latorre. Por eso, enseñan estos profesionales, en esa labor de periodismo que construye, lo más importante es la selección de los temas y la jerarquización de la información.

El futuro del periodismo: incertidumbre y esperanza

Y esa labor que defienden Bretos y Latorre parece que va a ser más importante que nunca en un futuro no tan lejano. Un panorama que estará marcado por la irrupción de la inteligencia artificial (IA), cuyas consecuencias ya estamos empezando a notar: vídeos falsos prácticamente indistinguibles en los que aparecen políticos y periodistas, audios que recrean la voz de una figura pública, imágenes creadas para confundir y engañar.

“El día que no nos creamos nada, va a ser muy complicado. Esto ataca directamente nuestra profesión”, reflexiona Latorre. Bretos comparte la preocupación y advierte sobre las repercusiones negativas que traerá la desinformación provocada por la IA.

Sin embargo, no hay derrotismo en los diagnósticos de estos profesionales. De hecho, ambos admiten no estar nada preocupados por el futuro, al que miran con esperanza. Al fin y al cabo, el periodismo va a ser más necesario que nunca en un contexto en el que se amplificarán la confusión y el ruido informativos.

“Volverá el valor de las cabeceras, de las cabeceras creíbles”, asegura Latorre. Y es que, como decía David Beriain, otra leyenda de la profesión, el buen periodismo ya está inventado; solo hay que hacerlo bien.

Una frase que probablemente podría haber firmado Juan Pablo Colmenarejo, que solía decir: “Ante la duda, periodismo”.

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