Ignacio Aréchaga

La Iglesia es como un hospital de campaña, pero el objetivo es evitar los accidentes matrimoniales, señala el Papa Francisco en “Amoris laetitia”.
La valoración de los Panama Papers exigiría ir más allá en el periodismo de investigación, para sopesar si los nombres citados han hecho algo ilegal o no.
Tener el coraje moral necesario para defender lo que uno considera justo y verdadero, aunque suponga ir a contracorriente, nunca es cómodo.
Un modo simple de zanjar los debates en temas controvertidos es asegurar que uno está en “el lado correcto de la historia”.  Pero si algo enseña la historia es que no es fácil captar su sentido.
La financiación pública a través de la asignación tributaria solo cubre el 23% de los ingresos de las diócesis.
En China se pide una educación más orientada hacia los chicos, que se están quedando detrás de las chicas.
En las escuelas de Alberta, cada uno puede definir su género, pero las escuelas no.
La experiencia de la legalización de la prostitución puede iluminar la de las drogas.
Borrell y Llorach ponen a prueba los argumentos económicos que se aducen a favor de la independencia de Cataluña.
Excluir la enseñanza de la religión en la escuela supone ignorar la demanda del 63% de los alumnos.
La decisión del Papa de facilitar el perdón del aborto quiere conjugar la acogida con la conversión.
El llamado “trastorno del deseo sexual hipoactivo” es un caso revelador de cómo se descubre hoy día una “nueva enfermedad”.
El Tribunal Constitucional deja claro que la titularidad pública de un servicio no excluye su gestión privada.
En este mundo cada vez más cosmopolita y conectado, la cuestión de los valores nacionales no ha perdido vigencia.
Centrándose sobre todo en la historia política y militar, Lukacs repasa sucintamente los principales hitos del siglo XX en Europa, desde el inicio de la I Guerra Mundial hasta la caída del muro de Berlín en 1989.
Los católicos en Estonia son una pequeña minoría, pero el prestigio de la Iglesia es superior a su importancia numérica.
El amor a la libertad de expresión –de los demás– no está tan arraigado en Europa como parece.
Tanto en 2010 como en 2013 hay un aborto por cada cuatro nacimientos.
Carr advierte que la automatización, si bien facilita nuestras vidas, también puede anular destrezas que nos enriquecen.

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