Tres candidatos y un Papa en el foco de la campaña

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Papa Francisco - Javier Milei

Misa en apoyo al Papa Francisco (foto: SEDRONAR)

Buenos Aires.— Al debate sobre las propuestas que los candidatos presidenciales sugieren para el cambio profundo que necesita la Argentina, las últimas semanas se ha subido al ring de esta batalla la figura del Papa Francisco. Tras las elecciones primarias –que arrojaron un pronóstico alentador para el libertario Javier Milei– circularon declaraciones suyas profiriendo agravios contra Bergoglio y criticando explícitamente su compromiso con la justicia social. A un mes de las elecciones definitivas, en la sociedad argentina gana la polarización.

Pocos como ellos conocen a ese obispo de perfil bajo que caminaba por las villas porteñas queriendo ver con sus propios ojos el trabajo de sus sacerdotes. Muchos saben cuánto significó ese apoyo durante la crisis política y económica del 2001, cuando eran unos pocos curas desagrupados. Hoy son un equipo jerarquizado, que cuenta con un obispo vicario de las villas, y han sido los primeros en reaccionar a las críticas que el candidato libertario, Javier Milei dirigió al Papa Francisco, acusándolo de comunista.

El 5 de septiembre, fiesta de santa Teresa de Calcuta, figura emblemática por su dedicación a los pobres, el obispo auxiliar vicario en las villas de emergencia, Gustavo Carrara, presidió una misa en desagravio por los dichos de Milei que se remontan al 2017. En un altar montado en la entrada de la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé, ubicada en uno de los barrios más visitados por Bergoglio, y ante más de 10.000 feligreses, Carrara inició la celebración diciendo: “Estamos celebrando esta misa en apoyo al Papa Francisco, sabemos que él tiene una prédica a favor de un mundo por la fraternidad y la amistad social, un mundo en el que no haya ningún descartado, ningún olvidado, que nadie quede al margen del camino de la vida y por eso muchas veces el Papa recibe agravios e insultos”.

Junto al repudio por los dichos de Milei, que llegó a llamar al Papa Francisco “imbécil” y “representante del Maligno en la tierra”, mediante una declaración, más de 50 sacerdotes expresaron su preocupación por el odio creciente que se percibe en los mensajes del candidato e hicieron un llamado a “construir la paz, el diálogo y la inclusión” recordando que “no hay verdadera libertad sin fraternidad”.

El principal referente de este grupo de sacerdotes, José María Di Paola, conocido por su compromiso contra el narcotráfico, se ocupó de defender la idea de justicia social predicada por Francisco y calificada como “una mierda” por el candidato del partido libertario, cuestionó en la homilía a los dirigentes políticos que “se han alejado de la vida cotidiana de los pobres” y apeló a la importancia de una presencia inteligente del Estado en las villas.

Este reclamo no tardó en surtir efecto y en menos de una semana, Sergio Massa, ministro de Economía y candidato a presidente por el partido kirchnerista, Unión por la Patria, se reunió con los curas villeros para conversar sobre la necesidad de llevar adelante políticas públicas centradas en los más desfavorecidos. Dos días más tarde, la candidata de la coalición Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, también tuvo su espacio y mantuvo un encuentro con Di Paola y otros curas de los barrios populares que se mostraron interesados en conversar con la exministra de seguridad del gobierno de Macri, sobre sus propuestas en temas sociales, económicos y de urbanización de villas. Bullrich se ubicó en una postura intermedia entre sus competidores explicando que pretende un país en el que no haya ni una excesiva “dependencia del Estado”, ni un “individualismo extremo.” En la misma reunión, confió a los sacerdotes que había escrito una carta a Francisco expresándole su deseo de que visite la Argentina con independencia de quién resulte el presidente electo, y les pidió ayuda para que ese viaje sea una realidad.

La celebración de la misa en desagravio generó un debate al interior de la Iglesia por el mensaje partidista que pudo suponer, y el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Oscar Ojea, a través de Twitter aclaró que a la Iglesia no le corresponde avalar a ningún candidato, “sino iluminar las conciencias.” A su vez, se sumó a la defensa del Papa Francisco refiriéndose a él, con palabras de Gustavo Carrara, como un “profeta de la dignidad humana en un tiempo de violencia y exclusión”, y cuestionó a Milei sin mencionarlo, al decir que “uno de los candidatos se ha expresado con insultos irreproducibles y con falsedades.” El obispo recordó, además, las ideas expresadas en una declaración ecuménica e interreligiosa firmada el 22 de agosto: “Allí decimos cosas muy importantes, entre otras que es imposible construir un país sin diálogo y con insultos, gritos y descalificaciones”.

Cuestionado por hacer partidismo al criticar a un candidato y reunirse con los opositores, el sacerdote José María di Paola explicó que su intención es “acercar la agenda de los barrios a los presidenciables”, una práctica habitual en Argentina durante las campañas electorales, y afirmó estar dispuesto a reunirse con el candidato libertario cuando pida disculpas. “A ofensa pública, disculpas públicas”, expresó. Un encuentro que no parece cercano a juzgar por las últimas declaraciones de Milei sobre Francisco: en su reciente entrevista con el reconocido periodista estadounidense Tucker Carlson, aseguró que el Papa “tiene afinidad con los comunistas asesinos”.

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