El gobierno de la región belga de Flandes ha convocado un concurso para cambiar el león de su escudo. El objetivo es suavizar su aspecto agresivo y buscar otro más acorde con la imagen de “una sociedad abierta y calurosa”. Pero no parece que las rencillas que dividen hoy a flamencos y valones en Bélgica sea un problema de marketing.
El concurso convocado plantea algunas dificultades prácticas. Entre otras, las que señala Quim Monzó en La Vanguardia: “¿Como suavizarán los flamencos la evidencia incontestable de que los leones son feroces? ¿Le recortarán las uñas y les pondrán purpurina de guardería? ¿Le cambiarán la mirada cruel y le endulzarán la boca hasta dejarle una sonrisa benevolente?”.
Pero si alguno de los participantes en el concurs…
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