Cuando en 1977 Ronald Dworkin publicó Los derechos en serio, un ensayo en el que se enfrentaba de una manera contundente y clara contra el positivismo jurídico, ya llevaba casi una década colaborando con The New York Review of Books, desde donde analizaba las controversias públicas más candentes bajo el prisma de un liberalismo progresista del que nunca se desdijo.
Sus opiniones sobre la acción afirmativa, el aborto o la eutanasia, sobre el desarrollo de las libertades civiles y la guerra contra el terrorismo de Bush, así como su apoyo a la reforma sanitaria de Obama, sobre la que escribió uno de sus últimos artículos, le convirtieron en una voz importante de la vida pública americana. Su atención estuvo siempre dirigida a los desafíos que …
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.