(Actualizado el 25-02-2013)
Hay pocas obras tan densas y ricas como Anna Karenina. La inmortal novela de Tolstói es uno de los retratos más profundos del alma femenina y una radiografía terrible de las cicatrices que puede dejar la infidelidad y el adulterio. Hablar de Anna Karenina es adentrarse en el complejo mundo de los sentimientos, la pasión, la culpa y los celos. Por eso parecía que Joe Wright, el director de la sugerente Expiación –otra película sobre la culpa–, era la persona adecuada para volver a llevar el clásico de la literatura rusa a la gran pantalla. Craso error.
Wright ha colocado la historia en un encuadre bellísimo, de espéctaculo operístico, ha adornado a los actores de unos maravillosos vestidos (que han merecido un Osc…
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