Remake del conocido film de John Cassavetes, en el que una mujer vulgar, recién salida de la cárcel, protege a un niño de seis años al que la Mafia quiere matar. El original era una película sobria, de aire casi documental. El veterano Sidney Lumet se atreve a dar su versión, pero adaptada al entorno hollywoodense. Sharon Stone asume un papel que la aleja del glamour y se compenetra bien con el niño. Su relación interesa y hay humor en sus chispeantes diálogos.
Un puñado de secuencias revelan el firme pulso de Lumet. En cambio, merecen reproche varias incoherencias de bulto del guión y que los perseguidores de la pareja sean gansters de cartón piedra.
José María Aresté