Director: Simon Brand. Guión: Matthew Waynee. Intérpretes: Jim Caviezel, Greg Kinnear, Bridget Moynahan, Joe Pantoliano, Barry Pepper. 98 min. Adultos. (VD)
Un hombre se despierta aturdido en un sucio almacén y descubre un panorama aterrador: a su alrededor hay cuatro hombres, inconscientes, algunos heridos, algunos atados. Por todas partes hay inequívocas señales de lucha, pero él no sabe qué ha pasado, no puede recordar nada. Poco a poco todos se despiertan con los mismos síntomas, ninguno recuerda nada. El almacén es una prisión; están atrapados. La memoria les vuelve por fragmentos. Gradualmente descubren que han participado en un secuestro pero son incapaces de descubrir qué papel tuvieron, si víctima o secuestrador. A la espera de que vengan el resto de los secuestradores deciden colaborar para escapar, sin confiar plenamente en nadie, variando de posición a medida que recuperan la memoria.
«Mentes en blanco» es la digna «opera prima» del director de videoclips y de publicidad Simon Brand. Arranca como una secuela de la muy macabra serie «Saw», pero en seguida va a más, no se trata de cómo y cuándo van a morir sino de quiénes son, y de quiénes son las víctimas y quiénes los secuestradores. Un buen reparto encabezado por Jim Caviezel hace creíble lo que podría haber resultado ridículo: el juego de identidades que se va desvelando poco a poco, a golpe de «flash back», y las dudas que cada uno tiene de sí mismo. Un guionista veterano habría aprovechado para realizar un gran «thriller» psicológico, pero estamos ante la obra de un debutante, Matthew Waynee, y el guión se limita a proporcionar enigmas que resuelve dignamente y mantener al público entretenido y en tensión durante hora y media.
Un divertimento sin pretensiones.
Fernando Gil-Delgado