En el mítico reino de Asgard, Odín se dispone a ceder el trono a su hijo Thor cuando el reino sufre el ataque de sus ancestrales enemigos, los gigantes del hielo. El ataque es repelido, pero Thor, ávido de gloria y de sangre, desobedeciendo a su padre, invade el frío mundo de Jotunheim. Desterrado llega a la Tierra, donde conocerá a un grupo de científicos encabezados por Jane Foster. Convertido en un simple mortal descubrirá la paciencia, la humildad y la compasión.
La galería de personajes de Marvel es inagotable y han puesto toda la carne en el asador para trasladar a la pantalla grande a uno de sus más célebres héroes, el poderoso Thor, que nació en 1962. Un reparto estelar anuncia que no estamos ante una simple historia de peleas: el lado humano, también el de los mitos, es importante. El director elegido, hombre de teatro, no se deja seducir por lo secundario y destaca en los momentos puramente dramáticos y humanos: el dolor de Odín, la pena de Loki,y en los muy divertidos problemas del héroe para adaptarse a la vida de un humano en la Tierra.
La pirotecnia, el artificio y los efectos digitales, siendo de bella factura no impresionan tanto, pues estamos muy acostumbrados a ellos; el uso del 3D es sobrio e innecesario. El ritmo es muy bueno, hay mucha acción; en suma, lo que se podía esperar de esta película. Un buen entretenimiento para jóvenes.