Transparency International acaba de publicar el Índice de Fuentes de Soborno (IFS), un estudio que mide la presencia de esta práctica, a nivel internacional y regional, en las empresas de los 22 principales países exportadores. La cifra combinada de exportaciones globales de bienes y servicios y de entrada de inversión extranjera aportada por estos países representaba en 2006 el 75% del total correspondiente al mercado mundial.
El soborno resulta especialmente nocivo en el caso de las transacciones internacionales, considerando la cuantía de los contratos, las mayores dificultades de ejercer sobre ellos una contraloría eficaz, y la forma en que, al difundirse su práctica, destruye las referencias para el buen funcionamiento del mercado. Huguette Labelle, presidenta de Transparency International, señala que “una serie de empresas de los principales países exportadores siguen recurriendo al soborno para obtener negocios en el extranjero, a sabiendas del daño que hacen a la reputación de las empresas y a las comunidades en general”.
Los sectores más propicios
Según el estudio, son precisamente las economías emergentes las que salen peor calificadas. Sobre un máximo de 10 puntos, Rusia obtiene un precario 5,9; China un 6,5; México un 6,6 e India un 6,8. En el otro extremo, Bélgica y Canadá, cada una con un 8,8, comparten el honor de ser las que menos tienden a sobornar en el extranjero (ver cuadro).
Otra variable analizada por el estudio (que para 2008 se ha basado en 2.742 entrevistas a altos ejecutivos de empresas de 26 países) toma en cuenta los sectores a los que pertenecen las empresas que recurren al soborno. Son las compañías vinculadas a los contratos y construcción de obras públicas, al desarrollo inmobiliario, al petróleo y el gas, a la manufactura pesada y a la minería las más inclinadas a sobornar a funcionarios públicos. Las que menos, por el contrario, son las de la tecnología de la información, las de la pesca, y las de la banca y las finanzas.
A pesar de esta poco acusada tendencia del mundo financiero a sobornar a funcionarios públicos, los resultados obtenidos por Transparency reflejan una gran inclinación de este sector a tratar de influir en leyes, regulaciones y políticas haciendo valer su poder económico. A la luz de la actual crisis mundial, este hallazgo llama la atención sobre la posible influencia indebida que las empresas del sector financiero pueden ejercer sobre los organismos reguladores.
Para reducir el problema del soborno, Transparency remite a la Convención para combatir el cohecho de servidores públicos extranjeros en transacciones comerciales internacionales, aprobada por la OCDE en 1997. Aunque la mayoría de los países más ricos del mundo son ya signatarios de este acuerdo, la voluntad de los gobiernos para hacerlo cumplir ha sido desde el principio muy cuestionada (cfr. Aceprensa 26-01-2000).
Entre otras cosas, y aunque la Convención habla de sanciones penales de nivel “comparable” a las aplicadas al cohecho de funcionarios públicos de cada Estado, lo más frecuente, sin embargo, es que este tipo de penas no se incluya, y que se sigan aplicando sanciones pecuniarias o, todo lo más, limitantes de derechos (inhabilitaciones, ceses, etc.).
Índice de Fuentes de Soborno (IFS) 2008
|
País |
IFS |
1 | Bélgica | 8,8 |
1 | Canadá | 8,8 |
3 | Holanda | 8,7 |
3 | Suiza | 8,7 |
5 | Alemania | 8,6 |
5 | Japón | 8,6 |
5 | Reino Unido | 8,6 |
8 | Australia | 8,5 |
9 | Francia | 8,1 |
9 | Singapur | 8,1 |
9 | Estados Unidos | 8,1 |
12 | España | 7,9 |
13 | Hong Kong | 7,6 |
14 | Sudáfrica | 7,5 |
14 | Corea del Sur | 7,5 |
14 | Taiwán | 7,5 |
17 | Italia | 7,4 |
17 | Brasil | 7,4 |
19 | India | 6,8 |
20 | México | 6,6 |
21 | China | 6,5 |
22 | Rusia | 5,9 |