Los nuevos modelos empresariales nacen y en un periodo de uno o dos años se internacionalizan para crecer lo máximo posible. A un ritmo vertiginoso y con rondas de capital riesgo muy rápidas, reciben financiación y se expanden a otros mercados. Tenemos ejemplos en Estados Unidos y Reino Unido donde se han tenido que dimensionar compañías hasta llegar a tener más de 2.000 empleados en poco tiempo. Tras esta escalada de contratación de personal, formación, control de operaciones y estrategia de recursos humanos, muchas empresas se encuentran en la necesidad de preguntarse: ¿Quién lidera este equipo?
¿Cómo puede una compañía ser capaz de crecer tan rápido y conseguir que gente joven se responsabilice a la hora de liderar un proyecto en un país extranjero? Estos jóvenes asumen la responsabilidad de liderar un proyecto que ha nacido en un país donde la cultura, las costumbres, las tendencias y las leyes son distintas. Todo esto es una muestra de lo versátil que tiene que ser esta nueva generación de líderes.
“Si la gente cree en sí misma, es increíble lo que pueden conseguir”, dice el fundador de Walmart, Sam Walton
Un estudio realizado en el MIT y analizado en la revista Harvard Business Review (HBR), muestra que estos jóvenes no se sienten cómodos hablando de sí mismos como líderes. El término sigue estando asociado a un puesto anclado en el antiguo sistema empresarial. Ahora, el rol de líder es el de quien plantea los problemas buscando generar en el equipo un sistema de desafíos, donde habrá personas que los acepten y personas que no. Estas últimas se descuelgan progresivamente de la carrera del buen líder. Por su parte, el personal que acepta los desafíos y solicita retos más complicados, con el paso del tiempo es aquel que crece y conquista el nuevo liderazgo.
Un líder que escuche
Uno de los casos más llamativos en el mundo empresarial es el de Netflix y su gestión de talento. Reed Hastings, el consejero delegado, ejemplifica claramente cómo un líder puede atraer, retener y administrar el talento. En un artículo de la HBR se describe cómo Hastings va conversando con los trabajadores y a través de estas reuniones genera una política de captación de talento más adecuada para la empresa.
Los líderes sobresalientes hacen un esfuerzo extra para aumentar la autoestima de su personal
En una de estas conversaciones se dio cuenta de que en un departamento donde había tres ingenieros había que despedir a dos empleados por reajuste presupuestario. Cuando se habló con el ingeniero superviviente, este no quería que volviesen los otros, pues le daban más trabajo. Gracias a esto, en Netflix, se propuso un perfil más adecuado a la hora de contratar ingenieros de software. En otra conversación con un empleado, vio que este había realizado muy bien su trabajo, pero en la época de crecimiento su puesto había quedado obsoleto y se optó por ofrecerle una reubicación.
Como se deduce de estos casos un liderazgo positivo pasa por entender a las personas que tenemos delante, escucharlas y sacar las mejores cualidades de ella. ¿Existen malos trabajadores o malos líderes? El líder debe ayudar a las personas a encontrar “su desafío”, la manera de motivar a los trabajadores pasa por escucharlos, mostrar interés por su trabajo, ofrecerles ayuda y reconocer sus éxitos y errores.
El personal que acepta los desafíos y solicita retos más complicados, con el paso del tiempo es aquel que crece y conquista el nuevo liderazgo
¿Qué es ayudar a los trabajadores? ¿Detectar lo que han realizado mal y que el jefe lo resuelva? Esto parece sencillo, pero en realidad es trabajar el triple. El primer esfuerzo lo realiza el trabajador; el segundo, el líder al detectar los errores, y el tercero, también el líder, al corregir el trabajo mal realizado. Para esta nueva generación de líderes, es necesario cambiar la perspectiva en el momento de “ayudar”: ayudar comienza por corregir, pero debe ser el trabajador quien haga los cambios y deje terminado el trabajo. “Los líderes sobresalientes hacen un esfuerzo extra para aumentar la autoestima de su personal. Si la gente cree en sí misma, es increíble lo que pueden conseguir”, dice el fundador de Walmart, Sam Walton.
“¡Te has equivocado!”. Esta frase tan habitual, y que ninguna persona –en el lugar de trabajo– quiere escuchar, puede ser la salvación para mejorar como profesional. Los errores y desafíos nos hacen crecer mucho más rápido que los éxitos. No existen líderes sin desafíos en el camino. Al corregir, el buen líder debe vigilar el escenario para que sólo se entere la persona protagonista del error, sin quitarle la oportunidad de crecer con sus errores.