Cuando el huracán Harvey azotó el estado norteamericano de Texas a finales de agosto, una chica de origen mexicano, Lucía Guerrero, se pasó todo el tiempo trabajando en una clínica en la que se desempeña como técnica en diálisis. Según narra la revista People, gracias a la entrega de la joven profesional, muchos pacientes de otros centros de salud que a esas horas estaban inundados, pudieron recibir la atención vital.
Si Lucía no hubiera estado allí en esa hora de emergencias, sino en su natal Monterrey, de donde la sacaron sus padres en el año 2001 para darle un futuro alejado del narcotráfico y la violencia, los pacientes que acudieron en medio del huracán al Fresnius Kidney Care quizás hubieran encontrado a otra persona en su puesto. O …
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