En algunos países ricos el auge del populismo coincide con la crisis de identidad de la socialdemocracia, cuyas nuevas causas tienen poco atractivo para sus votantes tradicionales. Llama la atención que un sector de la clase obrera se sienta más representado por partidos de derechas como el UKIP y el Frente Nacional que por los socialistas de toda la vida.
Desde que Gordon Brown dimitió como primer ministro y líder laborista en 2010, los socialistas británicos han buscado secretarios generales –primero Ed Miliband y ahora Jeremy Corbyn– que lleven el partido más a la izquierda de donde lo situaron los tres mandatos de Tony Blair (1997-2007).
El giro a la izquierda dado por Corbyn ha sido tan decisivo para los laboristas que hoy es frecuente…
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