Debatir sobre qué ideas y valores hacen progresar a una sociedad es una parte normal del juego democrático. Pero siempre hay quien endosa a otros ganas de polarizar, mientras se atribuye a sí mismo los más nobles propósitos. Un estudio reciente ayuda a comprender por qué la izquierda y la derecha no se entienden cuando hablan de corrección política, libertad de expresión o diversidad.
Dentro de las formas de negacionismo al alza en la sociedad contemporánea, el sociólogo Frank Furedi ha llamado la atención sobre la que minimiza los conflictos de valores en cuestiones de calado. Los negacionistas de las guerras culturales –explica– quitan hierro a fenómenos que preocupan a una parte de la sociedad, como el deterioro de la libertad de expresi…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.